lunes, 1 de octubre de 2007



Avancemos desde nuestras fortalezas

El 29 de setiembre, en el local central del FA, tuvo lugar el seminario MUJERES AL FRENTE. La actividad organizada por la Unidad Temática de los Derechos de las Ciudadanas, que integramos, contó con la colaboración de las politólogas Inés de Torres y Verónica Perez, además del comunicador Carlos Requeña. En un clima de compañerismo, se intercambió sobre las dificultades que enfrentan las mujeres para participar en la vida política. Pero también sobre el compromiso y el desafío de incidir con un enfoque de género en la realidad de nuestro país.



La primera actividad consistió en un video en el que participaron Margarita Percovich, Daisy Tournée, y María Julia Muñoz, en tanto mujeres en cargos de representación política. En el mismo dieron su testimonio en relación a las dificultades y capacidades que han podido vivenciar en sus roles de gobierno.
La jornada continuó con tres exposiciones temáticas realizadas por expertos calificados.
La politóloga Verónica Perez, disertó sobre “Participación de las mujeres en la política” partiendo del diagnóstico de la participación de la mujer en Uruguay. Se constató el retraso de nuestro país en la materia, ocupando éste el 15º lugar en 19 países americanos. Se consideró ésta situación como un importante daño al derecho a la ciudadanía para con el género femenino, ya que las mujeres constituyen aproximadamente el 51% de nuestra población y ciudadanía supone tanto el derecho a elegir como a ser elegido.
Se distinguieron dos tipos de representación política: la representación descriptiva, basada en la composición real de la población y la representación sustantiva, que hace al modo de pensar, sentir, actuar e incidir en política de los diferentes sectores poblacionales.
El diagnóstico revela que ambos tipos de representación, están afectados en nuestro país desde la perspectiva de género, constituyendo una inequidad en lo que respeta a la igualdad de oportunidades.
La politóloga Inés de Torre expuso sobre “Comunicación Política”. En esta ponencia se distinguió la comunicación macro-política, constituida por los PPPP, los políticos y los medios de comunicación de masas, de la comunicación “micro”, o comunicación “cara a cara”.
La teoría comunicacional tradicional considera la comunicación como la “inoculación de una aguja hipodérmica”, que partiendo del emisor se dirige a un receptor pasivo, fenómeno denominado EMI-REC, en función del esquema comunicacional EMISOR-MENSAJE-RECEPTOR.
La ponente polemizó con el concepto, caracterizando a la comunicación política como una construcción, en función de sus diferentes vectores: políticos, medios de comunicación y diferentes agentes, decodificadores y trasmisores a la vez, para un espectro receptor más amplio.
Existirían pues, en función de un mismo mensaje, una multiplicación comunicativa determinada por la conjunción de los discursos de los diferentes decodificadores y trasmisores. En este proceso juega un importante papel la micro-comunicación o comunicación “cara a cara”.
Las mujeres tenemos un estilo comunicacional coloquial, práctico y afectivo, que nos dota de capacidades específicas para la comunicación política “cara a cara”, así como nuestra capacidad decodificadora de los sentidos poli-determinados o complejos y nuestra capacidad multiplicadora de los mismos. Si dicho estilo ha sido incorporado exitosamente a los medios de comunicación, ¿por qué nuestro discurso político, no sería entonces efectivo desde lugares de representación y gestión?
La exposición sobre “Marketing e imagen en la comunicación política” le correspondió al comunicador Carlos Requena. En la misma hizo referencia a la necesidad de la izquierda de desideologizar ciertos conceptos como el de “marketing” o “mercadeo”. El mensaje político tiene por objetivo convencer acerca de ideas y propuestas en competencia con otros.
Se caracterizó al mensaje político como “un mensaje a un buen amigo”, donde no se debe comunicar todo sino lo esencial, con claridad y precisión, para lograr una comunicación directa con el destinatario.
El destinatario de la comunicación política no es el “ciudadano universal”, por tanto, el mensaje político debe estar dirigido a un receptor específico, distinguiéndose el estilo comunicacional en función de ese destinatario y sus particularidades específicas.
El convencer con ideas a “un buen amigo” no se logra sólo con argumentos racionales, sino también con elementos emotivos. El discurso femenino no tiene mayores dificultades para expresarse con emotividad. “El mensaje político debe incorporar la ternura”, sugirió.
Posteriormente a la pausa del mediodía se procedió a funcionar en tres grupos en los que se distribuyeron las participantes con dinámicas de taller sobre “Las mujeres en la política” y “Formas de incidencia” cuyos resultados fueron volcados al final de la tarde a una plenaria.














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